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Dientes de Dragón: Las Nuevas Tendencias en Señales de Tráfico

Los “dientes de dragón” se están convirtiendo en una de las innovaciones más notables en la lucha contra la siniestralidad en las carreteras españolas. Aquí te explicamos lo que debes saber sobre esta novedosa señalización.

1. ¿Qué son los ‘dientes de dragón’?
Se refieren a señales de tráfico horizontales pintadas en la carretera. Su propósito es dar la sensación de que la calzada se estrecha, impulsando a los conductores a reducir su velocidad. Son una iniciativa de la Dirección General de Tráfico (DGT) a través del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

2. Origen del nombre
La denominación “dientes de dragón” proviene de su peculiar diseño: una serie de triángulos dispuestos en fila a lo largo de los bordes del carril, semejante a una dentadura.

3. Ubicación estratégica
Estas señales se instalan principalmente en las entradas a los poblados. Su misión es clara: indicar el cambio de velocidad conforme nos aproximamos a zonas urbanas y marcar la transición entre la carretera y el inicio del casco urbano.

4. ¿Por qué funcionan?
Cuando el ojo humano ve líneas convergentes o un patrón que parece estrecharse, automáticamente interpretamos que el espacio se reduce. Esta percepción instintiva nos lleva a levantar el pie del acelerador. Es por ello que suelen situarse cerca de pasos de peatones, áreas con alto índice de accidentes o conocidos puntos negros.

5. Normativa de los ‘dientes de dragón’
La regulación es precisa:

  • Distancia entre triángulos: 1,5 metros.
  • Longitud de la arista contigua al carril: 75 centímetros.
  • Visibilidad: deben aparecer 30 metros antes del punto en el que los conductores deben reducir la velocidad.

Actualmente, estas señales aún están en proceso de implantación, pero su propósito de garantizar la seguridad vial se destaca como una prioridad para las autoridades españolas.

Mantente al tanto de estas y otras novedades en el mundo de la seguridad vial. Los “dientes de dragón” son solo una muestra de cómo la innovación y la psicología pueden trabajar juntas para salvar vidas en nuestras carreteras.

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